miércoles, 8 de mayo de 2013

Alejandro Sanz vuelve a sus orígenes en Washington

El cantante ofrece un concierto para los más nostálgicos en la capital de EE UU

 

Las 20.30 de la tarde y la gente congregada en el DAR Constitutional Hall de la capital de Estados Unidos este martes, la gran mayoría mujeres hispanas, esperaban con inquietud y emoción la llegada de Alejandro Sanz al escenario. El cantante pop español ofrecía un concierto dentro de su gira mundial La Música no se toca (nombre de su último disco publicado en junio) en Washington.  Sanz consiguió que mientras las casi dos horas que duró el evento, un público entregado y puesto en pie  -las butacas del teatro solo estuvieron ocupadas por bolsos, paraguas y abrigos- disfrutara al máximo de sus canciones de ahora y de antes.
Desde temas tan conocidos como Corazón Partido, pasando por Looking for paradise, que en su versión original canta acompañado por Alicia Keys, o el megahit Amiga Mía que rompió más de un corazón adolescente allá por la década de los noventa en España.  Del nuevo disco no faltaron los éxitos No me compares, y el más reciente, Mi marciana. Todo aderezado con tintes de rock y percusión al más estilo caribeño.
A pesar de las fuertes medidas de seguridad, alguna seguidora consiguió acercarse a la primera fila para tomar una foto de su ídolo e, incluso, una llegó a abrazar al cantante en el escenario. Sanz acompañado de una gran banda multicultural Sus músicos proceden de distintos lugares como Valencia, Barcelona, Boston o República Dominica entre otras nacionalidades- rompió moldes y mostró una cara más moderna aunque teñido del romanticismo que tanto ha caracterizado su carrera. De carácter cercano y con su acento andaluz caracterísitco, Sanz se dirigió al público en español, aunque se le escapó algún thank you.
El montaje de luces estuvo en perfecta armonía con las canciones en todo momento. Neones y fotografías que crearon la atmósfera perfecta y que dieron vida a los residentes que canturreaban con Sanz la mayor parte de las letras tras un martes lluvioso en la capital de EE UU. “Se le ha visto tranquilo y muy accesible. Ha sido muy agradable, no me lo espera. Se nota que lleva muchos años en este mundo”, dijo sofocado, Miguel Hernández, puertorriqueño de 30 años a la salida del concierto. “Le ha faltado Pisando fuerte, con esta canción el concierto hubiera sido perfecto”, añadió María de 40 años.
Sanz, nacido el 18 de diciembre de 1968, ha vendido más de 25 millones de copias de sus discos en todo el mundo y ha ganado 15 premios Grammy Latinos en toda su carrera. Su despegue musical ocurrió en 1991 con el álbum Viviendo Deprisa, y tras más de 20 años, siempre ha sido remarcable su inquietud por mezclar distintos estilos musicales. Con más de una decena de discos a sus espaldas, y con unas cuantas canas en la cabeza, el artista ha logrado con su nuevo disco La Música no se toca imponerse una vez más en el mercado con una propuesta que celebra el amor y el desamor. Algo que sin duda, Sanz controla a la perfección. La última vez que estuvo el cantante español en Washington fue en 2010 dentro de su gira mundial Paraíso Tour.

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